Pobres abejas, hace quince días las temperaturas eran tan suaves que habían comenzado a trabajar,
la precóz floración de los avellanos les permitía aportar el primer polen a la colmena.
De improviso el tiempo cambia y se instala un frío polar de mas de diez grados bajo cero que las obliga a quedarse en casa.
Para sobrevivir dentro de la colmena tienen que hacer grandes esfuerzos para mantener la temperatura adecuada y las que se aventuran a salir quedan congeladas sobre la nieve.
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